Al final del artículo te dejamos la entrevista completa
Por su papel en La Usurpadora y otras tantas telenovelas, Gabriela Spanic no solamente ganó un lugar en un medio tan competitivo. También conquistó el corazón de miles de fanáticas y fanáticos.
Sin embargo, tal vez por su exposición y fama en cierto momento despertó sentimientos contrarios. A tal punto de ser atacada y que busquen atentar contra su vida.
En una reciente entrevista por parte de periodista Luis Olavarrieta, Gabi realizó declaraciones sobre una persona que opera desde la oscuridad y que ha intentado hundirla profesionalmente y hasta ha intentado acabar con su vida en tres oportunidades, por medio de terceras personas infiltradas que segundo la actriz serían los autores materiales de los sucesos que la han afectado estos años.
Los ataques han llegado al punto de dejarla casi que en la indigencia, viendose en situaciones dificiles, de difamación publica, de escarnio ante la prensa, por una campaña pagada segun ella por una persona de quien dirá el nombre dentro de poco.
El episodio ocurrió en 2010 y parece extraído de algunas de las ficciones que ella protagonizó. Además, el nivel de peligrosidad fue tan grande que conmovió a los medios e implicó un duro proceso judicial que ella llevó adelante.
Gabriela Spanic estaba instalada en México, cuando, según su versión, sufrió un intento de envenenamiento.
Spanic, tenía en ese entonces 36 años. Ya era muy conocida en varios países de Latinoamérica. Sobre todo, en Venezuela, su lugar natal, y México, donde se encontraba instalada.
El drama de Gabriela Spanic
Su ritmo de trabajo era muy intenso en esos momentos. Con lo cual, necesitó contratar una asistente personal que la ayuden en su día a día. La elegida para ese puesto, fue Marcia Celeste Fernández Babio, una mujer argentina de 24 años.
También vivían junto a Spanic su mamá, su hijo -muy chiquito- y la niñera de él.
El papel en la telenovela La usurpadora fue el espaldarazo para Gabriela Spanic.
Cierto día, todos los integrantes de la casa comenzaron a sentirse extremadamente mal. Los síntomas iban desde vértigo, vómito, escalofríos, dolores de cabeza hasta debilidad generalizada. Pero sentían especialmente dolores abdominales.
Fernández Babio también dijo sentir los mismos síntomas. Aunque luego advirtieron que no eran intensos ni comprobables en ella.
La certeza del intento de envenenamiento
Como el malestar no cedía y ya muy preocupada, Spanic decidió ir al médico.
Cuando se conoció la acusación de homicidio, los medios buscaron tener la palabra de Spanic.
Al realizarle un análisis de sangre, los resultados fueron contundentes. De acuerdo a las fuentes periodísticas, tenía una elevada presencia de sulfuro de amonio, un químico utilizado como fertilizante y también como veneno a largo plazo.
En medio del shock y la consternación, advirtieron que Fernández Babio evitaba ingerir alimentos en la casa. Si le insistían, recalcaba que había comido al hacer sus tareas fuera del hogar.
Spanic y su madre denunciaron el hecho y el personal a cargo encontró indicios de esta versión.
Gabriela Spanic nació en Venezuela y desarrolló parte de su carrera en México.
La nota del sitio Perú 21 afirma que en la habitación de Marcia Celeste había ampollas de esa sustancia. También encontraron otras dosis en su cartera al momento de su detención.
La sospecha es que había estado administrando esta sustancia en las comidas de todos los integrantes de la familia durante los cuatro meses que había estado con ellos.
Los cargos por el supuesto envenenamiento
Fernández Babio fue trasladada al Penal para Mujeres Santa Martha Acatitla, en la ciudad de México.
Permaneció allí detenida durante el proceso de investigación, lo cual se extendió por dos años. Luego fue absuelta ya que no se encontraron pruebas suficientes como para demostrar su culpabilidad.
En 2007, Gabriela Spanic en la alfombra roja de los premios Billboard de música latina. Foto AP.
Las secuelas para Spanic y su hijo
En una nota que Spanic dio a Univision en 2017, contó que ella y como su hijo aún sufren las consecuencias del intento de envenenamiento.
“Tomamos medicamentos para contrarrestar el daño en el cuerpo”, contó en esa nota.
Un extraño suceso que, siguiendo la teoría de Spanic, podría haber terminado injustamente con sus vidas.
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