Generalmente, entre los 6 y 12 meses de edad es el periodo ideal para acostumbrar al bebé a dormir solo. Este es un gran paso que tiene que ver con el desarrollo de la personalidad y autonomía del bebé. De una manera, se “distancia” el lazo con la madre, de forma natural y sin traumas.
En el siguiente texto explicaremos la forma en que un niño entiende cuando lo obligas a dormir solo en su cuarto sin tener el cuidado debido. Al final te presentaremos lo que debes hacer para que el se acostumbre a hacerlo.
Me pusieron en mi cuna y cerraron la puerta, estaba todo en oscuridad.
Al principio no entendí mucho así que un poco inquieto empecé a llamar a mis papis.
Sentí una puerta abriéndose “qué rico por fin me vienen a buscar”, escuché de lejos su voz diciéndome “shu shu a descansar”.
Seguía todo en oscuridad y me sentí solito “voy a llamar a mis papis” De nuevo desde lejos escuché un “shu shu a descansar”
Nadie me ha dado un abrazo, no veo la carita de mi mamá “¿qué pasó? ¿Me habré portado mal?”
De nuevo desde lejos me dicen “shu shu a descansar”
Me pongo a llorar muy fuerte, quizás no me encuentran y por eso no me han venido a buscar. Pero pasan los minutos y sigo sin ver a mis papis. De lejos sigo escuchando “shu shu a descansar”
Lloro con todas mis fuerzas, me muevo, pataleo buscando los brazos de mi mamá “¿dónde estarán? Seguiré llorando sé que me aman y me vendrán a buscar”
Pasó toda la noche y nadie me vino a rescatar. Debí haberme portado muy mal.
Ha pasado una semana y siguen sin escucharme llorar. Esta noche me pusieron en mi cuna y me quedé muy calladito casi sin reclamar, no importa cuánto grite, nadie me vendrá a buscar. Yo seguiré calladito en la oscuridad, esperando un abracito de mis papis, un besito de mamá. Ojalá esta noche si me vengan a buscar.
Quizás si pensamos en cómo se siente ese niño que encierran en la oscuridad, sin herramientas para salir de la cuna y reclamar lo que le corresponde: el amor de sus papis, dejemos de pensar por un minuto que está bien dejarlo llorar. Tu hijo no te manipula, tu hijo llora porque es su única forma de comunicarse. Cuando hacemos entrenamientos de sueño donde dejamos a nuestro hijo llorar, el no aprende a dormir, aprende que no importa cuánto grite nadie lo vendrá a buscar.
Sé que están cansados mapás. Sé que te han dicho que lo vas a malcriar. Sé que te da miedo que quizás lo vayas a mal acostumbrar.
Pero te aseguro que nadie merece llorar, sin consuelo, encerrado en la oscuridad. Tu hijo te ama y nunca te va a manipular, más temprano que tarde se irá de tu cama y no volverá. Sé que tú también lo amas y por eso mismo te recuerdo, por favor, no lo dejes llorar.
Generalmente, entre los 6 y 12 meses de edad es el periodo ideal para acostumbrar al bebé a dormir solo. Este es un gran paso que tiene que ver con el desarrollo de la personalidad y autonomía del bebé. De una manera, se “distancia” el lazo con la madre, de forma natural y sin traumas.
La relación madre/padre e hijo se empieza a desarrollar desde una perspectiva más independiente en el aspecto físico, por lo que los padres deben continuar su atención y cariño de otras maneras.
Es muy importante establecer una rutina constante y adecuada para acostarse: antes, durante y al despertar. Esto va a favorecer el proceso, pues los niños reaccionan muy bien a las rutinas y horarios, y les entregará buenos hábitos de sueño.
Hay algunos consejos para ayudar a los niños pequeños a tener un sueño nocturno de calidad:
- Establecer una hora para acostarse y ser constante. Avisar con anticipación que la hora de dormir se acerca.
- Incluir un periodo de relajación pre-sueño en la rutina. Ejemplo: darle un baño, leerle un cuento, bajar las luces, cantar, etc.
- Si el bebé se despierta durante la noche, no mover al bebé de su habitación. Mudarlo o alimentarlo ahí mismo.
- Disponer de un monitor de audio o video es muy útil para controlar el bienestar del bebé en todo momento, y no tener que entrar a la pieza para monitorearlo, con la posibilidad de despertarlo.
- Que la habitación del bebé no esté muy alejada a la de los padres, para poder oirlo y acudir rápidamente a atenderlo cuando se despierte.
- En el comienzo de la transición, es ideal no demorarse mucho en ir a verlo si se despierta, para que tenga la seguridad de que aunque duerme en otra habitación, sus papás están ahí.
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