
Yarima es una mujer Yanomami que nació y creció en la selva amazónica de Venezuela, rodeada de su familia y su comunidad. Su vida cambió por completo cuando conoció a Kenneth Good, un antropólogo estadounidense que pasó años conviviendo con los Yanomami. Kenneth y Yarima se casaron, y él decidió llevarla a vivir a Estados Unidos, lejos de la selva que siempre había sido su hogar.

En Estados Unidos, Yarima enfrentó un choque cultural muy grande. Acostumbrada a la tranquilidad y simplicidad de la vida en la selva, tuvo dificultades para adaptarse a un entorno urbano lleno de ruido, luces y costumbres que le resultaban totalmente ajenos. La adaptación fue complicada, cuando Yarima dejó atrás la selva amazónica y viajó a Estados Unidos, fue como si alguien arrancara a un ser humano de la Tierra y lo llevara a un planeta lejano. Todo era extraño: los paisajes, los sonidos, el ritmo frenético de las ciudades. Con el tiempo, Yarima decidió regresar a su comunidad Yanomami en el Amazonas, buscando reencontrarse con su identidad y raíces.

Sin embargo, al tomar esta decisión, Yarima dejó atrás a sus hijos en Estados Unidos. Kenneth se quedó con ellos, incluyendo a David Good. Fue una elección que Yarima hizo con gran dolor, motivada por su deseo de que sus hijos tuvieran acceso a mejores oportunidades que la vida en la selva no podía ofrecerles. Separarse de sus hijos fue extremadamente difícil para ella, una experiencia marcada por una profunda tristeza y nostalgia.

Aunque Yarima logró regresar al entorno que siempre había conocido, su sacrificio reflejó el amor por sus hijos y su voluntad de priorizar su bienestar, incluso si eso implicaba distanciarse de ellos. La historia de Yarima y su familia sigue siendo un testimonio de las complejidades de las diferencias culturales y los lazos familiares.
David creció desconectado de su madre y su herencia Yanomami, pero años después emprendió un viaje para reencontrarse con Yarima en la selva amazónica. Este encuentro fue profundamente emocional y transformador para David, quien desde entonces ha trabajado para preservar la cultura Yanomami y fortalecer los lazos con su madre.
Los problemas económicos y políticos de Venezuela han complicado los esfuerzos de David Good para mantener una conexión cercana con su madre, Yarima. En su última expedición a la selva amazónica, David enfrentó desafíos como la crisis económica y problemas de salud, incluyendo malaria. Estas dificultades han limitado su capacidad para llevar a Yarima de visita a Estados Unidos, aunque sigue comprometido con su objetivo y está reorganizando su estrategia para lograrlo.
La historia de Yarima y su familia refleja las complejidades de la identidad cultural y las relaciones familiares en contextos tan diferentes.
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