Sara Milliken está en boca de todos después de convertirse en la primera modelo de talla grande en ser la ganadora de Miss Alabama durante el fin de semana del Memorial Day. Sin embargo, su felicidad se vio empañada por las duras críticas que ha tenido que enfrentar debido a sus medidas.

Según reportes de WKRG News, la joven de 23 años tardó ocho años en lograr su sueño de convertirse en una reina de belleza ya que participó por primera vez en un concurso cuando tenía 15 años y luego a los 16, sin resultados positivos. 

Sin ser ajena a las críticas a su cuerpo, la joven usó sus redes sociales para enviar un mensaje en contra del bullying cibernético que ha tenido que enfrentar.

“Cuando publicaron por primera vez la foto detrás de escena de este día, recibió más de 2000 comentarios y fue vista más de un millón de veces. Muchas cosas positivas, pero también mucha negatividad. Las cosas que algunas personas decían realmente eran repugnantes. Elijo no insistir en eso. Sin embargo, hay algo importante que contar y siento que como titular sería sumamente irresponsable de mi parte no abordar la “segunda parte” de esta historia”, escribió en su Instagram. 

Agregó: “Siento que muchas veces la gente recurre al ciberbullying porque no lo siente real. Son solo palabras en una pantalla, ¿verdad? ¿No es posible que cause daño físico? Error. Las víctimas de ciberacoso tienen dos veces más probabilidades de auto lesionarse y comportamientos suicidas. Curiosamente, los perpetradores de ciberacoso corren un mayor riesgo de tener pensamientos y comportamientos suicidas. El viejo dicho suena cierto… las personas lastimadas lastiman a las personas”.

Aprovechó para hacer un llamado a las personas que necesitan apoyo para su salud mental y pedir ayuda. 

Este jueves 13 de junio compartió una captura de pantalla en sus historias de Instagram de los mensajes que recibe y dijo: “Llorando de nuevo”. Además, reiteró sentirse orgullosa de sus logros y de que ahora se prepara para competir en las finales nacionales que se llevarán a cabo en Orlando, Florida, en noviembre.