¿Has experimentado dolor después de las relaciones sexuales? Esta es la razón por la que se producen orgasmos dolorosos y así puedes evitar que ocurra.
Hablemos de orgasmos: se supone que tienen que hacernos sentir bien, ¿no? Deberían resultar placenteros –además hay hasta ocho tipos de orgasmos diferentes– y nunca dolorosos.
Pero aún así, dado que el cuerpo humano está lleno de misterios, a veces los orgasmos duelen de verdad y eso no mola. Efectivamente, estamos hablando se esos horribles calambres que nos dan justo después de tener relaciones sexuales.
Orgasmos dolorosos: ¿qué los provoca?
El nombre oficial de este dolor es disorgasmia, «que significa precisamente eso, dolores que aparecen durante o después de tener un orgasmo», comenta Christine Greves, tocóloga titulada por el hospital materno-infantil Winnie Palmer.
Según Greves, para las mujeres que padecen dolores después de tener un orgasmo, los calambres (que se parecen a los dolores menstruales) suelen aparecer de inmediato y pueden persistir durante horas después de la relación. El dolor o el calambre se puede dar en cualquier punto de la vagina o en la parte abdominal inferior o en la zona de los riñones.
Veamos: el útero es un músculo y se contrae cuando tenemos un orgasmo. “Como cualquier otro músculo del cuerpo, puedes sentir ciertas incomodidades después de hacer ejercicio”, explica Greves.
Cómo evitar el dolor durante las relaciones sexuales
El dolor durante el sexo no es solo algo que deberías tratar, sino que, para empezar, es una barrera importante para tu placer (lo repetimos otra vez para las que no han oído bien: el sexo no debería doler). Y después está el tema de que puede que padezcas una enfermedad subyacente que necesite tratamiento.
“Si esto es algo nuevo para ti, ve a ver a tu ginecólogo para que te examine”, recomienda Greves.
Si no padeces ninguna enfermedad subyacente, como EIP o endometriosis, puede que tu médico te recomiende que uses una bolsa caliente en la zona pélvica (para intentar relajar los músculos del útero) y tomar algún medicamento antinflamatorio sin receta para reducir el dolor.
Pero de nuevo, no lo dejes pasar y te resignes a pensar que estás destina a sufrir orgasmos con calambres el resto de tu vida. Según Greves, “si notas un cambio en tu cuerpo, siempre deberías ir a mirártelo”.
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