Limpiar el horno puede ser todo un desafío. Y por una buena razón, las manchas de grasa, la suciedad y los residuos de comida suelen ser difíciles de eliminar. Afortunadamente, es posible restaurar su horno a su antiguo esplendor con algunos consejos caseros fáciles de seguir.
Si quieres que tu horno vuelva a estar limpio, opta por este consejo que pocos conocéis. Todo lo que necesitas es una olla con agua y vinagre blanco.
¿Cómo limpiar el interior del horno con una cacerola con agua?
Este consejo es una alternativa a los productos clásicos potencialmente perjudiciales para el medio ambiente. Se basa en el uso de una olla que debe resistir el calor. Luego llénala con agua caliente y agrega medio vaso de vinagre blanco y un poco de jugo de limón. Este último actúa como absorbente de olores durante el proceso de limpieza.
Luego coloque el utensilio en el horno en la rejilla del medio y ajuste el aparato a una temperatura de 250 grados centígrados. Deje que el vapor, el vinagre blanco y el jugo de limón reposen dentro de la unidad durante 30 minutos, luego apague la unidad para dejar que se enfríe. Luego ataca la suciedad reblandecida, que ahora es más fácil de eliminar con un paño húmedo.
También hay que tener en cuenta que para este consejo se deben evitar las cacerolas de vidrio, porcelana o plástico. En su lugar, prefiera los de aluminio, acero inoxidable, hierro fundido o cerámica.
¿Cómo limpiar el interior del horno con bicarbonato y vinagre blanco?
También puedes confiar en las propiedades limpiadoras y desodorizantes del bicarbonato de sodio y el vinagre blanco para eliminar fácilmente la suciedad del horno. Cuando se trata de limpieza, estos dos ingredientes simplemente no pueden faltar. Para utilizarlos en este caso, sigue estos sencillos pasos:
Que necesitarás:
- un paño húmedo
- Bicarbonato de sodio
- vinagre de vino blanco
- Agua
- Una botella de spray
- Una espátula de plástico
- guantes de goma
Para utilizar este método, lo mejor es proceder metódicamente. Para hacer esto, primero retire las parrillas y todos los elementos dentro del aparato. Luego prepara una pasta compuesta por medio vaso de bicarbonato de sodio y unas cucharadas de agua en un recipiente.
En el horno enfriado, esparcir la masa obtenida por todas las paredes del aparato. También es mejor usar guantes de goma cuando cubras la masa, especialmente si tu horno está particularmente sucio. Esto le permitirá llegar a los rincones del horno sin riesgo de ensuciarse las manos. Concéntrate también en las zonas más propensas a las manchas de grasa.
A continuación, dejar actuar la sustancia durante 12 horas, o incluso toda la noche, y aprovechar para limpiar los carros de rejilla. A la mañana siguiente, utiliza un paño húmedo para retirar la mayor cantidad posible. Si eso no es suficiente, continúa con una espátula de plástico para raspar las partículas restantes de difícil acceso.
La última fase del truco consiste en utilizar vinagre blanco para complementar el bicarbonato de sodio. Para ello, viértalo en una botella con atomizador y rocíelo sobre las paredes. Dejar actuar unos minutos, luego limpiar con un paño húmedo y añadir agua y vinagre si es necesario hasta que las paredes brillen. Sólo tendrás que volver a colocar las rejillas y los elementos que hayas quitado.
En todos los casos, se recomienda limpiar el horno periódicamente para no encontrar restos de grasa difíciles de eliminar.
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