Has tomado café muy mal toda tu vida, mira como debes tomarlo

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Sí, hay un horario donde los beneficios del café se duplican y no es nada más despertarse. Este hábito tan arraigado en nuestra sociedad está lejos de ser la mejor forma de empezar el día. Tal y como explican desde la empresa cafetera, «sentir que el café no tiene ningún efecto es más común de lo que parece y hay una explicación científica para ello: la cronofarmacología».

El primer café del día

«La investigación a lo largo de los años ha determinado que justo cuando nos levantamos es cuando segregamos más cortisol, una hormona que nos despierta y nos conduce a un estado de alerta. Aunque a algunos les parezca mentira, el pico de concentración de cortisol según el rito circadiano se da entre las 8 y las 9 de la mañana». En ese momento, por lo tanto, el cuerpo está inmerso un proceso natural en el que el café no es necesario.

Ese es el motivo por el que un café a la hora de despertarse no tiene apenas efecto y solo ayuda a desarrollar tolerancia hacia la cafeína o incluso a inducir al cuerpo a un estado de ansiedad. Así pues, se recomienda «esperar dos horas despierto hasta administrar la primera dosis de café al cuerpo».

Para alguien que se despierta a las 7, el primer café del día debería tomarse entre las 9:30 y las 11:30, cuando los niveles de cortisol desciendan. Tras esa hora hay otro pico de subida entre 12 y 13 del mediodía y un tercero entre las 17:30 y las 18:30.

Entre medias, puedes tomar el café de después de comer y después olvidarte de la cafeína porque su efecto se mantiene hasta 12 horas en el organismo.

¿Cómo tomar café y dormir bien?

Tomar café y dormir bien es incompatible para muchas personas amantes de esta bebida, pero hay muchas de estas que «no pueden vivir sin café», por lo que necesitan la fórmula perfecta para disfrutar de él sin que dé sueño, o al revés, sin que lo quite.

Cada persona es distinta, por eso la ingesta adecuada de café para dormir sin problemas varía de unos a otros. La clave empieza por conocerse a uno mismo y partir de ahí, seguir estas pautas:

1. Conocer el nivel de sensibilidad a la cafeína

La cafeína es una sustancia que afecta en mayor o menor medida a unas personas que a otras. Hay quienes desarrollan una dependencia a ella, y los hay que tienen tolerancia a la cafeína, por lo que su umbral máximo estará por encima de las personas más sensibles a ella. «Al final, la cafeína es una xantina que se encuentra naturalmente también en el té y el mate. Consumirla inhibe los receptores de nuestro cuerpo que se encargan de administrar los ciclos de sueño y vigilia. En el caso de las personas muy sensibles a la cafeína, con un café diario tendrán los efectos estimulantes para toda la jornada. En cambio, quienes hayan ido desarrollando una tolerancia a la cafeína podrán permitirse el consumo repetido sin que esto les afecte para dormir», concluyen.

2. Acompasar el café a los ritmos circadianos

Dependiendo del ritmo circadiano, lo que ingieras a una hora tendrá un efecto u otro. Los expertos indican que lo ideal sería tomarlo dos horas después de despertarse, cuando los niveles de cortisol desciendan.

3. No sobrepasar la dosis diaria recomendada

El consumo diario de café no debería exceder unos límites. La dosis de café diaria para alguien con consumo moderado se establece entre 100 y 300mg de cafeína. Según los expertos, 500 mg de cafeína sería la cantidad diaria máxima. «Por encima de dicha dosis, los beneficios del café pueden transformarse en problemas que derivan en trastorno del sueño, hiperactividad, dolor de cabeza o incluso alteraciones del ritmo cardíaco».

4. Alternar tipos de café con más o menos carga de cafeína

«Dependiendo de la variedad del café o de la cantidad que contiene cada taza que tomes, tu dosis de cafeína es mayor o menor. Si te encanta el café pero no quieres tener un subidón cada vez que lo bebas, una solución es alternar entre espresso, con leche, e incluso latte macchiato, que es la versión con menos cantidad de café y más de leche».

Cinco curiosidades del café que quizás no conocías

Para celebrar esta fecha, Yump, la plataforma especializada en take away, publica cinco curiosidades en torno a este producto, del que se consumen, cada año, 10.000 millones de kilos en todo el mundo.

1. El café con leche, el preferido por los españoles. En cuanto a la forma de consumirlo o prepararlo, la opción favorita es el café con leche. Le sigue el cremoso capuccino y el café solo con hielo américano. En cuarto lugar, se encuentra el cortado o macciato, y el café solo o expreso completa el top 5.

2. Aumenta el consumo de leches vegetales y el café libre de azúcar. Yump ha detectado un crecimiento en el consumo de leche sin lactosa o leches vegetales, como la de soja. Además, cada vez más personas piden café sin azúcar.

3. El día de la semana que más se consume esta bebida es el lunes, junto al jueves y viernes. El momento preferido para hacerlo es por la mañana y después de comer. El consumo se dispara entre las 7:00 y las 12:00 horas (el 50% del total de cafés demandados) y entre las 16:00 y las 19:00 horas (el 30%). Tan solo el 10% lo pide a partir de las 19:00 horas.

4. El café es, junto a la cerveza, la bebida más demandada en formato «para llevar» en los restaurantes españoles. «El café es uno de los productos que más piden los usuarios en España. Es un producto ideal para el take away. Piden y pagan su café a través de la app y pasan por la cafetería o restaurante más cercano a recogerlo en el momento que prefieran, sin colas ni esperas», asegura Nabil Bouazzi, CMO de Yump.

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