En la encuesta realizada entre 3000 parejas en las que ellas tenían cierto sobrepeso, los investigadores encontraron que la confianza en sí mismas y la falta de límites eran rasgos que impactaban en la intimidad, especialmente a la hora de probar cosas nuevas, según describieron sus partenaires. En el mismo trabajo descubrieron que aquellas mujeres de caderas anchas suelen tener más alto apetito «intimo» y que disfrutan más de las relaciones debido a una mayor concentración de omega 3 y ácidos grasos que funcionan como estimulantes de la libid0.
Todo no se puede, pero la ciencia lamentablemente siembra cierta confusión en estos temas, pues una cosa es la actitud y otra muy distinta la salud física. Sin embargo se cree que las mujeres curvys, rótulo políticamente correcto para referirse hoy a las «rellenitas», dicen ser ellas mismas más rendidoras que las mujeres delgadas, según confirma un estudio de la Escuela de Etiología Humana y Animal de la Universidad de Leeds, en Reino Unido.
«La obesidad, en muchos casos, está asociada con la culpa. Culpa por comer, culpa por no adelgazar, culpa por no adaptarse a los estereotipos del cuerpo socialmente perfecto. Pero en cuanto los pacientes logran ganar confianza en sus propios cuerpos pueden empezar a pensar en la intimidad sin trabas. La clave está en la seguridad» recordaba oportunamente Berta Spaini, psicóloga especialista en adicciones.
Al decir de los autores del ensayo, las delgadas suelen estar más preocupadas por satisfacer a sus parejas, lo que les genera cierta tensión y, en consecuencia, una pérdida de la personalidad durante el encuentro erótico. Como fuere, es buen dato para empezar a disfrutar las fiestas de fin de año sin estar pendientes de la balanza…
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