Los lunes con Guddu, de 21 años, su primer marido, y el resto de la semana con cada uno de sus cuatro hermanos: Dines, 24, Gopa, 26, Sant Ram, 28 y Bajju, 32. Los fines de semana, libra. Así es la vida de Rajo Verma, una joven de 21 años que vive en el norte de la India con su inusual familia: cinco maridos, hermanos entre sí, y el bebote que ha tenido con… uno de ellos.

En la casita de madera que los Verma comparten en las montañas del Dehradum no hay nada parecido a una cama, solamente mantas en el suelo, sobre las que duerme toda la familia en feliz comandilla: «Todos tenemos intimidad con ella –explica Guddu, el menor y primer marido-, pero no somos celosos. Somos una familia feliz».

La bella Rajo ni siquiera sabe de quién es su hijo Dinesh, pero no parece importarle: «No tengo un favorito. Al principio era un poco raro, pero luego te acostumbras». El joven Guddu, el marido oficial de cara a las autoridades, se casó con Rajo cuando ésta tenía 17 años, hace 4. El resto del pelotón la desposó de golpe en cuanto cumplió 18. La noche de bodas fue sonada.

De todas formas, la sufrida esposa no está sorprendida por su circunstancia: «Mi madre también estaba casada con tres hermanos, así que cuando me casé ya sabía que debería aceptar a sus hermanos como maridos». El hecho de que fuera familia numerosa ayudó a Rajo a dar el «sí» definitivo.

La poliandria, fenómeno opuesto a la poligamia, es una modalidad familiar en desuso que todavía puede encontrarse en algunas zonas del norte de la India y Nepal. Los esposos, generalmente hermanos, se acuestan con la esposa por turnos y comparten la paternidad. Los hijos se refieren al hermano mayor como «padre» y al resto como «tíos», independientemente de quién sea el padre biológico.