Salen a la luz algunas revelaciones de lo que le sucedió a la joven Estefani Ortega Zabala, mejor conocida como “La Fefy”, a quien le quitaron la vida cuando salía de la discoteca Mi Vaquita en Maracaibo, Venezuela.
De acuerdo con las informaciones de fuentes policiales, la joven, luego de disfrutar de una noche de bebidas y música con amigos, fue sorprendida por unos desconocidos que la atacaron cuando esta se estaba marchando del concurrido local nocturno de la ciudad.

Los desconocidos DISP4R4R0N contra ella y después de varias ráfagas, un DISP4R4R0 fulminante la alcanzó en la cabeza acabando con su vida al instante. Su cuerpo se desplomó en plena vía pública.
Más tarde se dio a conocer que la joven Estefany era la pareja sentimental de un comerciante extranjero, dueño de un negocio de venta de vehículos.
Según algunos diarios de Venezuela, su belleza, ambición por el poder y tener un buen estatus social fue lo que llevó a esta joven a involucrarse con sujetos adinerados y hasta vinculados con las MAFI4S, sin importar las consecuencias que esto le podría traer.

Más adelante y según avanzaban las investigaciones realizadas por las autoridades, se pudo llevar a cabo la detención de un joven de 21 años llamado Ángel Alberto Farias Moran quien habría participado en el hecho.
Él mismo, confesó que quien habría propinado los DISP4R0S a La Fefy, fue el nombrado Alberto Federico Plumacher de 32 años, a quien las autoridades acusan como autor material del hecho.
Siguiendo con las investigaciones, luego se descubrió que La Fefy anteriormente se había ido a Colombia a vivir con un hombre llamado Alfonzo José Oliveros Urdaneta, pero que por problemas en esta relación, ella decidió separarse de este y regresar a Venezuela en contra de la voluntad del mismo.
Por esa razón, el hombre enojado y molesto, había contratado unos individuos para que le quitaran la vida cuando se enteró de que ella ya tenía una nueva pareja.

La madre de la Fefy declaró en una entrevista, que desde los 13 años ella andaba en malos pasos, que ella siempre la regañaba, pero su hija como acto de represalia y rebeldía se iba de la casa y se quedaba a vivir con sus amigas.
Según la madre dice que cada vez que la aconsejaba, ella solo le respondía: “No me digas nada”. Agrega que casi nunca veía a su hija, porque la misma siempre estaba haciéndose una CIRUGÍA en su cuerpo.
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