De Disney Channel a paginas adultas. La actriz Maitland Ward ha dado un doble salto con tirabuzón para relanzar su carrera en el mundo de la interpretación enfocada ahora en el cine para adultos. ¿Si Bella Thorne -otra niña Disney metida a directora de cine adulto- lo ha hecho, por qué ella no? La exestrella de la serie familiar de los 90 ‘Yo y el mundo’ (Disney-ABC ) tiene sección propia en las webs porno más famosas, donde la pelirroja acapara vídeos ‘hot’ en diferentes categorías y disciplinas. Además, ahora acaba de estrenar, el pasado 4 de octubre, su última película titulada ‘Drive‘: una historia en la que tiene un papel protagonista como dominatris.
La pirueta es brutal. Cuando en 1998 se incorporó a la serie juvenil encarnaba a una chica mona, Rachel McGuire, que compartía piso de estudiantes con otros dos muchachos. Pero todo más blanco que en ‘Friends’. Ahora, a sus 42 años, defiende que su drástico camibo «es un movimiento comercial inteligente».

Matland Ward (arriba), con sus compañeros de ‘Yo y el mundo’. / ABC
Asegura en una entrevista que sus compañeros de ‘Yo y el mundo’ [‘Boy Meets World’], como la actriz Trina McGee, le han enviado «toneladas de apoyo» en su debut en el porno. También asegura Ward que otras intérpretes de Hollywood han aplaudido su decisión.
«Leí el guión y pensé: ‘Esto está muy bien escrito, y mi personaje es muy diferente a todo lo que he hecho hasta ahora». La película, dirigida por la veterana actriz porno Kayden Kross, presenta a Ward como una mujer «inocente» que está comenzando a salir de su caparazón mojigato, en un evidente guió a la vida y carrera de la propia exestrella Disney.
Los fans más veteranos de Ward no deben de haberse sorprendido por este cambio de guión en la carrera de la actriz, pues los selfis que ha ido colgando desde hace años en Instagram -con poca ropa y poses sugerentes- denotaban su gusto por lo sexual. «Ha sido una evolución», cuenta ella a la revista. «Ha sido un viaje auténtico, todo lo que he hecho por el camino era algo que quería explorar y hacer; es mi estilo exhibicionista», incide. «He madurado. Yo soy así».
El lado oscuro de la fama
Alcohol, drogas, depresiones… Las películas y series de Disney han catapultado a muchas de sus tiernas protagonistas, que no siempre han sabido crecer rodeadas de tanta fama. Es el caso de otras famosas estrellas del canal infantil, como Miley Cyrus (‘Hannah Montana’), que de recatada niña ejemplar pasó a posar semidesnuda en las revistas, fumar marihuana y mostrar su lado más vulgar en Instagram. También Demi Lovato (‘Camp Rock’) pasó de la anorexia a la bulimia, las autolesiones y la depresión, hasta acabar en un centro de rehabilitación, el año pasado, por una sobredosis con fentanilo, la misma droga que mató a Prince. Antes, otras ‘princesas Disney’, como Britney Spears (‘The Micky Mouse Club’) o Lindsay Lohan (‘Tú a Londres y yo a California’), ya se habían descarriado y sus vidas, de escándalo en escándalo, fueron portada en los tabloides durante muchos años.
Comentarios